El nuevo álbum de Young Jesus, “The Whole Thing Is Just There” ya está disponible en Saddle Creek

“Para mí, esa es la sensación ideal de existir,” dice John Rossiter, cantante y guitarrista del cuarteto de rock de LA, Young Jesus. “Ese sentimiento que persigues cuando estás creando, cuando el mundo se está abriendo y las cosas están en la cúspide de la belleza y la revelación, pero está fuera de alcance. Para mantener eso a pesar de las cosas deprimentes o difíciles es lo que me gustaría poder hacer”.

Esta búsqueda es lo que mueve a Young Jesus, y eso está documentado en su nuevo disco The Whole Thing Is Just There.

En The Whole Thing, que toma su nombre de las palabras del pintor, Young Jesus combina una paleta de instrumentación indie rock con un espíritu de espontaneidad sin obstáculos para construir y deconstruir — paisajes sonoros emocionalmente potentes e inventivos. Bañados tanto en desesperación como en descubrimiento, cada canción se desarrolla como un viaje a las profundidades del mar: comenzando con un terreno familiar con estructuras tradicionales de canciones, antes de zarpar al mar abierto de experimentación instrumental y pasando por las tuberías de lo desconocido en la búsqueda de algún tesoro conceptual antes de regresar al puerto.

Un inmigrante de Chicago, las composiciones únicas de Rossiter están inspiradas en las tradiciones emo y post-rock. Pero desde que se mudó a Los Angeles en 2013, sus compañeros de banda —el tecladista de experimental, Eric Shevrin, el bajista y compositor Marcel Borbon, y el baterista adicto al jazz, Kern Haug—han reunido sus gustos para influir en el sonido de la banda. El cuarteto pasó los próximos años afinando su estilo particular de improvisación indie rock, haciendo énfasis en la apertura y la vulnerabilidad de sus ensayos y shows en vivo— los primeros frutos están catalogados en el debut del grupo en Saddle Creek, S/T.

“S/T fue el sonido de nosotros aprendiendo a comunicarnos, como intérpretes y como amigos,” dice Rossiter. Fue la gira resultante lo que llevó su lenguaje musical insular a un nuevo nivel de fluidez. El  consecuente periodo de derrame creativo es donde se concibió The Whole Thing. Con melodías elevadas, poli ritmos en espiral, improvisación libre e la interpretación vocal cruda y estimulante de Rossiter, The Whole Thing Is Just There es prismático y firme—el sonido de cuatro individuos que siguen una misma meta: ver lo que está más allá.